COMO DAR LA VIDA: ESCUCHA

En algunas jurisdicciones hay catequistas y agentes de pastoral que dan la vida y propician estas

ALEGRIAS

Ø  Presencia de formación permanente.

Ø  Entusiasmo de niños, jóvenes y padres de familia.

Ø  Interés por trabajar mancomunadamente.

Ø  Creación y funcionamiento de Escuelas de Formación de catequistas.

Ø  Interés en la formación y convivencia de catequistas.

Ø  Sentido de pertenencia.

Ø  Solidaridad con las personas excluidas.

Ø  Acompañamiento y pertenencia a la Iglesia.

Ø  Apoyo del Obispo.

Ø  Entrega y motivación al servicio de Dios.

Ø  Reunión mensual del equipo de coordinación.

Ø  Integración con otras parroquias.

Ø  Buena relación del catequista con sus catequizandos.

Ø  Presencia en los medios de comunicación (radio).

Ø  Participación de buen número de niños y jóvenes.

Ø  Presencia de los padres en la Catequesis.

Ø  Coordinación del equipo de catequesis nacional con equipos diocesanos y comisiones.

Ø  Elaboración de materiales para catequesis de adultos.

Ø  Organización de comisiones diocesanas de catequesis.

Ø  Planificación de catequesis diocesana.

Ø  Pastoral indígena.

Ø  Incorporación de metodologías actualizadas para catequesis.

Ø  Celebración del Día del catequista.

Ø  Encuentros de formadores de catequistas.

Ø  Buena relación con padres de familia.

Ø  Mejoramiento en organización y atención de la catequesis.

Ø  Envío de catequistas a misión.

Ø  La catequesis nutre y ha nutrido todas las demás pastorales (eje transversal).

Ø  Realización de congresos a nivel diocesano.

Ø  Aumento del número de catequistas.

Ø  Buen material de trabajo de la Conferencia Episcopal.

Ø  Fruto de la Confirmación surgen catequistas, grupos juveniles y de liturgia.

Ø  Apoyo de los párrocos.

Ø  Testimonio de los niños atrae a sus padres a participar de la Eucaristía.

Ø  La catequesis como espacio vocacional.

Ø  Interés de prepararse para ser catequistas de adultos.

Ø  Incremento de talleres y actividades de formación.

Ø  Disponibilidad de los catequistas.

Ø  Reuniones de coordinadores de zonales.

Ø  Disponibilidad de la Conferencia Episcopal en la Formación de catequistas.

Ø  Desde la Pastoral Juvenil surgen catequistas.

Ø  La apertura a un cambio de vida de los catequizandos y de los catequizados.

Ø  La unidad al servicio de Dios.

Ø  Reconocer a Cristo como el centro de nuestra actividad misionera.

Ø  Capacitación a los agentes de pastoral a nivel de decanatos.

Ø  Opción de la Iglesia por los pobres.

Ø  Animación y formación para la realización del CAM.

Ø  La oportunidad de enseñar y evangelizar a niños, jóvenes y padres de familia.

Ø  La preparación y encuentro con los compañeros catequistas.

Ø  Pastoral de conjunto.

En algunas jurisdicciones eclesiales hay muchos desafíos para superar estas

TRISTEZAS

Ø  Desintegración familiar.

Ø  Falta de catequistas.

Ø  Ausencia de infraestructura, mobiliario y materiales.

Ø  Poca participación de los padres de familia en la Eucaristía Dominical.

Ø  Falta de seguimiento y apoyo a la formación de los catequistas.

Ø  Incomprensión y división entre catequistas.

Ø  Uso del lenguaje desconocido y palabras técnicas y rebuscadas.

Ø  Superficialidad en anunciar el Evangelio.

Ø  Pérdida del sentido de Iglesia.

Ø  Falta de testimonio.

Ø  Inmediatismo.

Ø  Migración.

Ø  Exagerado devocionismo a la Virgen y a los santos sin base de Evangelio.(religiosidad popular no evangelizada)

Ø  Improvisación en la elección y formación de catequistas especialmente jóvenes.

Ø  Facilismo que crea paternalismo y dependencia.

Ø  Rechazo e indiferencia a cambios.

Ø  Vacíos afectivos en niños y jóvenes.

Ø  Falta de atención a los pandilleros.

Ø  Falta de respuesta desde los catequistas su formación.

Ø  Inasistencia a reuniones y encuentros tanto de catequistas y sacerdotes.

Ø  Falta de experiencia de Dios.

Ø  Los catequistas se dejan llevar por la diversión y demás distractores que alejan de Dios.

Ø  Hay catequistas por figurar.

Ø  Los sacramentos reducidos a fiestas sociales. (compadrazgos).

Ø  Distancias geográficas.

Ø  Ausentismo de catequizandos.

Ø  Falta de preparación ante los nuevos desafíos.

Ø  Pérdida de valores, identidad, lengua, costumbres.

Ø  Problemas de inculturación.

Ø  Mal uso de los medios de comunicación.

Ø  Textos no adaptados a las edades y lenguaje de los catequizandos.

Ø  La familia no toma conciencia de su responsabilidad.

Ø  No hay departamento de catequesis diocesana.

Ø  Impuntualidad, quemimportismo e inconstancia.

Ø  Falta de auténtica unidad en la pastoral de conjunto.

Ø  Irrespeto del itinerario de la catequesis parroquial (3 meses de preparación. Sacramentalismo)

Ø  La pastoral catequética no propicia otras acciones sociales.

Ø  Presencia de catequistas piratas.

Ø  Desorientación juvenil.

Ø  Violencia intrafamiliar, refugiados.

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