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sábado, 2 de abril de 2011

ORACIÓN DE LOS LAICOS

Oh Virgen Santísima
Madre de Cristo y Madre de la Iglesia,
Con alegría y admiración
Nos unimos a tu Magníficat,
A tu canto de amor agradecido.

Contigo damos gracias a Dios,
Cuya misericordia se extiende
De generación en generación,
Por la espléndida vocación
Y  por la multiforme  misión
Confiada a los fieles laicos,
Por su nombre llamados por Dios
A vivir en comunión de amor
Y de santidad con Él
Y a estar fraternalmente unidos
En la gran familia de los hijos de Dios,
Enviados a irradiar la luz de Cristo
Y a comunicar el fuego del Espíritu
Por medio de su vida evangélica
En todo el mundo.

Virgen del Magníficat,
Llena sus corazones
De reconocimiento y entusiasmo
Por esta vocación y por esta misión.

Tú que has sido,
Con humildad y magnanimidad,
“la esclava del Señor”,
Danos tu misma disponibilidad
Para el servicio de Dios
Y para la salvación del mundo.
Abre nuestros corazones
A las inmensas perspectivas
Del Reino de Dios
Y del anuncio del Evangelio
A toda criatura.

En tu corazón de Madre
Están siempre presentes los muchos peligros
Y los muchos males
Que aplastan a los hombres y mujeres
De nuestro tiempo.
Pero también están presentes
Tantas iniciativas de bien,
Las grandes aspiraciones a los valores,
A los progresos realizados
En el producir frutos abundantes de salvación.
Virgen valiente, inspira en nosotros fortaleza de ánimo
Y confianza en Dios,
Para que sepamos superar
Todos los obstáculos que encontremos
En el cumplimiento de nuestra misión.
Enséñanos a tratar las realidades del mundo
Con un vivo sentido de responsabilidad cristiana
Y en la gozosa esperanza
De la venida del Reino de Dios,
De los nuevos cielos y de la tierra nueva.

Tú que junto a los apóstoles
Has estado en oración en el cenáculo
Esperando la venida del Espíritu de Pentecostés,
Invoca su renovada efusión
Sobre todos los fieles laicos, hombres y mujeres,
Para que correspondan plenamente
A su vocación y misión,
Como sarmientos de la verdadera vid,
Llamados a dar mucho fruto
Para la vida del mundo.
Virgen Madre,
Guíanos y sostennos para que vivamos siempre
Como auténticos hijos e hijas
De la Iglesia de tu Hijo
Y podamos contribuir a establecer sobre la tierra
La civilización de la verdad y del amor,
Según el deseo de Dios
Y para su gloria. Amén

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